Un cabecero para mi cama

Cabecero para cama de matrimonio hecho a partir de una alfombra.

No siempre consigo los objetos que quiero para mi casa. Unas veces porque no encuentro "algo" que me guste y otras porque el precio de lo que me gusta  escapa de mis posibilidades. En estos casos, el "háztelo tu mismo" siempre es la mejor opción: me garantiza un precio adecuado a mi presupuesto y desde luego, un acabado a mi gusto. Esta fue la opción elegida para realizar el cabecero de mi cama.

Dando una vuelta por unos grandes almacenes me encontré con unas alfombras de varillas de madera que me gustaron y que me sugirieron la idea para el cabecero.

El proceso, que me llevó un par de tardes, fue el siguiente:

Con un cuadradillo de madera de 1 cm de grosor preparé un bastidor con las medidas que necesitaba para el cabecero. En este caso 1,40 cm para el ancho de la cama y 1,20 para el alto, que era la medida de ancho de la alfombra que había comprado.

Las esquinas del bastidor están unidas con un poco de cola de carpintero  y una grapa que sujeta los dos lados y para darle un poco más de consistencia a la estructura, coloqué cuatro tirantes.

Es importante trabajar en un sitio con bastante espacio donde puedas apoyar todo el bastidor, aunque sea en el suelo, porque es muy inestable y no adquiere firmeza para manejarlo con facilidad hasta que está finalizado, incluyendo el marco exterior.

Cuando el bastidor está montado, se recorta la alfombra para quitarle el borde de tela que suele rematar los bordes y se fija al bastidor con la grapadora eléctrica. Comprueba en una muestra aparte la fuerza que le das a la grapadora, evitarás partir las varillas de madera de la alfombra o que sobresalga demasiado dificultando la posterior colocación del marco.

Con una moldura para marcos que compré en un almacén de madera preparé el marco exterior, que va encajado sobre el bastidor y fijado con un poco de cola de carpintero y algunas grapas colocadas pillando el bastidor y la moldura.

Cuidado con la cola de carpintero en este paso. Si extendeis demasiada, rebosará por el frente del cabecero y aunque es transparente estropearía el acabado.

Según el modelo de alfombra y de moldura elegidos el resultado puede ser completamente diferente y adaptarse a cualquier tipo de decoración.